domingo, 28 de octubre de 2012

Cruzando los dedos

Deseando que las cosas mejoren, que decidan un cambio de rumbo al que me sujetaré con fuerza, cambio de vida, de sentimientos, de futuro, incluso puede que de país.
Todo es cuestión de mentalidad, buscar mejorar como persona, como ser humano individual, tanto personal como profesionalmente, no quedarse sentado viendo pasar el tiempo, viendo pasar la vida sin hacer nada para remediarlo. No soy capaz de seguir sin hacer nada. Levantarme día tras día y ver que todo es igual, que nada te emociona o hace que un día sea especial. Ver que el desánimo te invade cada día un poco más. Ver que todo a tu alrededor va a peor, cambia, evoluciona o no, pero que tú no quieres seguir ese camino; hace que te plantees realmente cómo quieres que sea tu futuro, inmediato o más lejano, pero al fin y al cabo tu vida.
Así que, es hora de actuar, si todo sale como espero, serán mis últimos días dejándome llevar por la marea de incertidumbre que me rodea. La marea que, por el momento, no creo que tenga fin y en la que muchos, por comodidad, cobardía o conformismo, seguirán viviendo.
Yo como espíritu inquieto que soy, no puedo quedarme de brazos cruzados viendo como se dejan pasar sueños, oportunidades, esperanza... Cómo el país en que nací va cayendo al vacío estrepitosamente. Por mucha pena que te de, por mucha morriña que te invada, por muy difícil que sea, por muchas cosas y mucha gente importante en tu vida dejes atrás, siempre hay que mirar adelante. Y si tú mismo no te das la oportunidad de ver hasta dónde puedes llegar, lo que puedes llegar a conseguir, nadie lo hará por ti.
Así que, a mirar adelante, a vivir, experimentar, soñar, intentar, buscar, probar, superarse, amar, llorar... todo eso que te hace mirar al futuro y que te salga una sonrisa, pase lo que pase, pero sentirse orgulloso de haberlo intentado.
Así nunca te quedará dentro el pensar " qué hubiera pasado si..." A arriesgarse una y mil veces.


martes, 23 de octubre de 2012

Idea, ¿qué idea?...


En forma de duende, en forma de hada, de dragón o unicornio, príncipes o princesas, todo aparece y desaparece en nuestra mente con el paso del tiempo. En forma de sueño o la misma realidad, todo se confunde, ante los ojos. 
Creemos que solo nos ocurre en ciertos momentos de nuestra vida, llamémoslo niñez o adolescencia, pero no es así, sigue ahí, aún madurando perdura, simplemente cambia, se adapta a la vida, pero de lo que no nos damos cuenta, es que siempre nos acompañará. Y lo que es aún peor, siempre querremos que esté ahí como la primera vez, la inexperiencia, la correspondencia.
Lo que buscamos.... la felicidad.
La felicidad que a veces tocamos y dejamos escapar. La felicidad que perseguimos hasta quedarnos sin aire. La felicidad que logra una simple sonrisa, una amistad, un amor.
¿Por qué a menudo olvidamos esa felicidad? ¿Por qué la mayoría de las veces nos engañamos creyendo que somos felices cuando no lo somos, o en cambio, no sabemos apreciar la felicidad cuando la tenemos?
Quizá sea la idea idealizada de felicidad lo que nos hace tropezar una y otra vez en el camino, pero...¿qué sería de nosotros si no buscáramos la felicidad, si nos conformásemos con lo más mínimo, si no lucháramos por nada?
Perderíamos experiencias inolvidables, únicas, valiosas, perfectas, tristes pero también alegres.
Lo difícil es aprender a vivir aun cuando sabemos que quizá nuestra felicidad está más lejos de lo que creemos. ¿O es al revés?

domingo, 21 de octubre de 2012

Sueño o realidad?

Dicen que tardamos 7 minutos en dormirnos y que en los primeros seis minutos y cincuenta y nueve segundos, nuestra cabeza, automáticamente, reproduce todos y cada uno de los momentos vividos a lo largo de ese día; y que en el último segundo, aparece la persona que te ha hecho feliz hoy. Finalmente, el cerebro se queda con lo más importante, con lo que más le ha gustado y lo transmite en forma de película, una película llamada “sueños”.
Ahora mi pregunta es:
Si se repite de continuo el mismo sueño, la misma persona, la misma escena, ¿es que tú eres lo más feliz de mi vida?, eres el personaje protagonista de mis sueños, ¿quiere decir que lo serás de mi realidad?
Lo mejor es pensar que te despiertas con una sonrisa cada vez que sucede, acostarte y levantarte pensando en la misma persona, en esa persona que roba tu tiempo, que vive en tus sueños.
Pero entonces recuerdas que lo peor de todo es que es eso, sólo un sueño.