martes, 9 de septiembre de 2014

Hasta luego

Llegan momentos en la vida para los que nunca se está preparado aunque sepas, casi desde que tienes algo de conciencia, que en algún momento llegarán. Nunca se sabe de qué forma ni cuándo, todos queremos que sean lo menos dolorosos posible.

Despedida. Esa palabra que abarca tantos sentimientos...Si tienes la suerte de poder tenerla, será un último adiós, según muchos. Yo prefiero pensar que no es un adiós, si no más bien, un hasta luego. Una expresión que es más adecuada, porque sea como sea, seguiremos teniendo presente a esa persona de la que nos alejamos sin remedio.
Situaciones que se hacen difíciles y más aún si te toca vivirlo en la distancia. Te hace plantearte realmente qué es lo importante para uno mismo. Momentos que piensas si tu presente es el que quieres tener, si todo lo que está en juego hay que arriesgarlo, si el riesgo en si mismo merece la pena. Si es verdad, que el que no arriesga y lucha por sus sueños y una vida mejor, se queda estancado y llegará, probablemente ese momento, que piense que su vida no haya merecido la pena.
Las cosas hay que vivirlas según nos llegan. Por supuesto habrá muchos momentos malos que querremos tirar la toalla, saltar al vacío o incluso cometer alguna locura sin poder dar marcha atrás. Momentos en que ni siquiera tu mente, ni tu corazón, ni tus seres queridos, ni la gente que te rodea conseguirán darte consuelo; pero eres tú y el mundo que quieres para ti.

Pero tampoco hay que quedarse con los momentos difíciles, de todo se aprende, de todo sale una experiencia que nos va a enriquecer en algún sentido.. Echar en falta a alguien que se ha ido o que no está cerca, no es malo, es darse cuenta cómo de importante ha sido y es esa persona. Los grandes momentos que has compartido con ella, las enseñanzas que te han dejado, las risas que has disfrutado.Saber que es algo que forma parte de ti, porque siempre tendrá un trocito dentro que le pertenezca.
Para mí, las personas que se ganan un trocito de uno mismo, son las que realmente merece la pena conocer y haber conocido, más o menos, eso da igual.
Así que, quedarán muchas despedidas todavía, algunas muy dolorosas e inesperadas, pero siempre sabré que será un hasta luego, que compartiremos recuerdos inolvidables y que se quedará dentro de mí un poco de sí mismo, formarán parte de ese selecto grupo de personas que se guardan en algún rinconcito del corazón, sólo donde personas especiales logran llegar.

Siempre recordaré ese día, cuando Mc me llamó, con lágrimas, "sé que algo pasa". Le quiso dar el último adiós aún sin saberlo, esa fue su despedida. Él quiso que también estuviera.
Especialmente para un buen amigo. Andrés.



martes, 2 de septiembre de 2014

Quizá....demasiado

He necesitado más tiempo del que esperaba. Demasiadas emociones juntas, demasiados cambios, demasiados "hasta pronto"; demasiadas...creo que en eso se traduce todo este último mes; demasiado. Demasiado de todo.
Despedidas, cambios, lágrimas y por qué no, también risas, aunque menos. Personalmente la mayoría, aunque profesionalmente también hayan tenido cabida. Demasiadas palabras pensadas y de repente, abrazos y conversaciones. Demasiados momentos a solas. Demasiados "echo de menos". Demasiados "esta etapa está llegando a su fin". Por la gente, las oportunidades de trabajo, las primeras ideas, los cursos, los hobbies. El pasar página hacia una nueva etapa en la que muchos, ya no serán protagonistas incluso, algunos, ni secundarios. 
La vida te pone demasiados caminos y cada uno elige el suyo. Nos cruzaremos con tantos, muchos de ellos muy buenos que nos harán crecer en aspectos de nuestra vida que tardaremos quizá años en darnos cuenta hasta qué punto, como creo es el caso. También otros que no han sido tan buenos pero que también se han metamorfoseado en bueno, nos han hecho cambiar hacia algo mejor, seguramente. 
Aprendiendo de todo e intentando no olvidar nada. Aprendiendo que nunca se es demasiados cuando apenas cogemos en una sala. Que a veces no hay demasiados tragos, ni demasiados riesgos. Aprendiendo que nunca es demasiado cuando se repite un te quiero. Aprendiendo que nunca se pasa demasiado tiempo con la persona que para ti es importante, aunque sea en ese momento. 
Aprendiendo que cuando una puerta se cierra, sólo hace falta levantar la vista y elegir entre las otras. Aprendiendo que aunque probablemente este mes que ha terminado sea uno de los más duros de mi vida, el mañana llega y Septiembre puede ser mejor, aún con su mala fama. Que puede dar nuevas oportunidades. Que puede ser el mes de final del verano y comienzo del otoño. De las noches largas y los días cortos. De las sombras más que de los días. Pero por más que la hoja pueda caer, en unos meses todo vuelve a florecer y sin tormenta no hay arcoiris.
Si este año me ha servido para crecer en muchos aspectos y evolucionar, quizá, pueda decir, que ha sido este mes Agosto, el culmen de todo ello.
Gracias a todos y a todo lo que ha formado parte de este demasiado. 
Nunca es demasiado si para mi es todo.