jueves, 6 de julio de 2017

Travel Soul

Contigo quiero vivir con la sensación de caer, de no saber que hay en el siguiente paso. Con la sensación de comenzar una nueva vida cada amanecer, cada primer café mirando al infinito sobre el más grande de los mares o el más pequeño de los cerros. Esperar lo inesperado y comentarlo durante horas compartiendo tragos y sonrisas.
Contigo quiero pensar en el hoy, en el Carpe Diem, en el no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Contigo quiero saber lo que es perderse y encontrarse al mismo tiempo, en el mismo sitio.
Contigo quiero experimentar soledad, alegría, riesgo y bienestar sin tener un techo fijo sobre mi cabeza. Esa incertidumbre de planear la siguiente parada u olvidarlo todo.
Contigo quiero echar de menos y de sentirme como en casa. Hablar con extraños  y convertirlos en familia.
Contigo quiero tener mal de altura, jet lag, horas de sueño acumulado y trasnochar por asistir a esa fiesta única e impredecible o ver el nacimiento de una cría de alguna especie protegida.
Contigo quiero experimentar que lo aprendido en el colegio no es lo que te prepara para la vida, que los miedos pueden ser menos fuertes que tú y que pueda superar cualquier reto aun sin entender el idioma.
Contigo, sólo contigo, alma viajera, quiero descubrir cada parte de este hermoso planeta. Desde el punto más frío de Alaska, Siberia o la Antártida, hasta el más cálido desierto del Sahara; la inmensa lluvia de las selvas tropicales o la gran city of London. El caos de Bangkok y Nueva York o la calma de ciudades que parecen tener su propio ritmo. Desde las hermosas playas del caribe, del mediterráneo, las Islas Vírgenes o Maldivas, hasta los parajes montañosos de Suiza o Chile. Ver todas las maravillas del mundo.
Contigo, sí, viajero, lo quiero hacer todo.