jueves, 21 de noviembre de 2019

Días sin ti

Tú, que dices que nunca escribo nada para ti. Tú, que esperas que suene el teléfono a cualquier hora del día o de la noche. Tú, que no duermes si no estoy a tu lado. Tú, que  me sacas una sonrisa aunque sea más fácil una lágrima. Tú que haces que el día cambie con solo oír tu voz o ver tu cara a través de una videollamada... Si, tú, te has convertido en lo más importante de mi vida.
Porque sólo tú, consigues que se me acelere el corazón al oir tu nombre. Mi ritmo cardíaco aumenta cuanto más cerca estás de mi.  Cuando mi piel toca la tuya.  Consigues que mis respiraciones sean más profundas, porque así es mi amor por ti, profundo. Intenso, como el buen café. Provocador, como cada vez que muerdes tu labio inferior. 
Tú, haces que con un solo gesto nos entendamos a la perfección, aun cuando estamos a miles de kilómetros de distancia.
Esa distancia que esta haciendo que tú y yo, seamos más fuertes. Que estemos construyendo este amor contra viento y marea. Soportando frío, noches en vela, días de lluvia, tempestades y sobre todo, días sin ti.
Días sin tus besos, ni tus abrazos, ni tus caricias de buenos días, ni el café recién hecho con esas gotitas de amor extra. Ni el olor a pan tostado, ese que a veces se hace de más y raspas sin que me de cuenta de que, como casi siempre, estabas en tu mundo y te dejaste más tiempo del que debías. El mismo tiempo que dedicas a colocarte el pelo cuando crees que aun duermo, pero en realidad me entero de cómo quieres estar perfecta incluso recién levantada. Sólo para mi.
Días sin sentir que tiras de la manta al dormir. Sin compartir almohada ni acurrucarnos tan cerca que a pesar de tener una cama de elefante, nos sobre más de la mitad. Sin tener que apartar tu pelo de mi cara cada vez que me acerco a ti. Sin pegar un grito al sentir tus pies fríos como el hielo. Días, en que echo de menos a "la gordi" echarme de la cama o ponerse en medio de las dos. Días, en que "tienes el guapo subido". Días, de pensar ponernos la misma ropa y pelearnos por quien se pone ese vaquero claro que a mi me gusta pero que a ti te sienta tan bien. Días, que preparo dos tazas de leche caliente a media tarde, uno con colacao para ti y otro con café para mi, como siempre. Días en que compruebo que llevo las llaves de casa (y del coche), cuando eres tú quien siempre las olvida. Días, que salgo de clase y pienso, qué buena tarde para acurrucarme en el sofá junto a ti, con una manta y un bol de palomitas, ese que tú apenas tocarás, y ver el sofá vacío.
Días, que me siento mal y no estás aquí para cuidarme como siempre. Días, que veo cualquier cosa en un escaparate y digo tu nombre sin querer.  
Días que llevo sin ti: 50. Las noches....esas son por lo menos, 100

sábado, 12 de enero de 2019

Amor

Muchas personas pasan por tu vida. Muchas personas te dejan huella.
Muchas de ellas más de lo que puedas imaginar y así, por casualidad, puedes cruzarte con quien parece ser con el tiempo, lo que muchos llaman "alma gemela".
Una conexión tan fuerte que es difícil de explicar. Las hay de varios tipos, de amistad, intelectual, de cariño, de respeto...pero qué sucede cuando, de repente, sientes que encuentras a esa persona con la que parece, tienes todas esas conexiones.
Asusta el no estar a la altura. El hacer el tonto y hacer que se aleje, que la pierdas. Asusta y mucho querer dar más de ti porque sabes que esa persona te hace ser mejor persona. Asusta porque desde el primer momento que cruzaste la mirada sentiste esa conexión en tu interior, una que ni siquiera todavía sabías a ciencia cierta pero que, a medida que pasaba el tiempo, ha ido creciendo de una manera que ni siquiera imaginabas. Tantos parecidos, tantas casualidades, tantas confesiones, risas y ayudas, que, parece activó ese click que tenemos dentro y que, como la famosa teoría del hilo rojo, hizo que esa conexión fuera irrompible y cada vez más sólida.
Una conexión que ha hecho que mires hacía un futuro con otra mirada a tu lado. Una forma de vida que ni tú misma podías imaginar pero estas aprendiendo a sobrellevar.
Una conexión que te ha llevado a decir "te quiero" como nunca antes y además, lo oyes de vuelta, sabiendo que es sincero. Una forma de querer que te hace pensar en esos amores que dicen en películas y demás historias. Esos por los que todo el mundo suspira aunque seas el mayor de los escépticos. El de las caras tontas, los ojos brillantes y los mensajes ñoños. El de los besos, los abrazos y las lágrimas. El amor que te hace pensar en esa persona la primera para cualquier noticia, evento o suceso que contar.
Ese amor por el que deseas despertar y ver a tu lado para ser la primera persona en ver cada mañana y sacarte una sonrisa esperando que despierte y decirle "buenos días princesa".
Ese amor que ha atravesado mareas y tempestades. Ese que se hace más fuerte día a día, mes a mes, prueba a prueba y cuando han sido tantas en tan poco tiempo, créeme que te digo, se hace indestructible.
Ese amor que echas de menos a cada momento aunque estés hablando por teléfono. Ese que te hace estar despierto hasta las tantas para verle llegar a casa y recibirle con un beso. Ese que te mira con deseo a cada momento, estés guapa, fea, recién levantada o con pelos de loca. Ese que te hace tener detalles en momentos insospechados. Ese que tienes ganas de presentar a todo el mundo aun cuando nunca has querido mostrar nada de tus sentimientos o tu vida personal, como muchos dirían.
Ese que a pesar de ser tan distintos en muchos aspectos, sientes que no puede haber nadie tan parecido y más perfecto para ti.

viernes, 11 de enero de 2019

Seis años atrás. Quizá, el origen

No se trata de copiar. Aún tengo cosas que decir. Supongo que hay momentos en la vida donde es inevitable echar la vista atrás y ver tus comienzos, tus orígenes. No está bien seguir en el pasado, pero es bueno no olvidar de dónde vienes y tus primeros pasos. Por eso, quiero compartir mi primer post. El comienzo quizá, de toda esta aventura. Algo más de seis años después y que se vea la evolución, el brotar de algo que empezó aquel día caluroso del mes de julio. Una etapa más en la parte de mi vida más oculta pero, que cada día estoy más segura, que estaba ahí desde que tuve uso de razón, quizá antes. La persona capaz de dar sentido a palabras juntas, aunque a veces, sin sentido, tienen un significado. Palabras que brotan de mí escapando en papel o a través de una teclas, primero de máquina y ahora, de ordenador.


http://elmundodemomonika.blogspot.com.mt/2012/07/deberias-escribir-un-libro.html