viernes, 30 de mayo de 2014

Por ahora, tú eres mi ilusión

Aún cuando el dolor se apodera de mí. Cuando no consigo sacar una sonrisa a pesar de las buenas noticias y de las posibilidades para empezar una nueva etapa. Cuando echo más de menos las cosas que no tengo. Cuando pienso más en los que no están. Cuando pienso en todo lo que estoy dejando de hacer. Cuando pienso en lo que he dejado ir. Cuando me doy cuenta de que esto es un paseo y hay que disfrutarlo lo máximo posible. Que nadie te va a agradecer las cosas excepto tú mismo. Cuando la locura empieza a vencer a la cordura...entonces, pienso en ti. Tu imagen entra en mi cabeza y sonrío. Sin querer.

Haces que saque fuerzas de ir, aun cuando no puedo ni moverme. Que me sienta débil al pasar días sin verte. Que quiera saber de tu día, aun cuando lleve jornadas sin dormir. Que me de fuerzas pensar que algún día compartamos más que una sonrisa, un mensaje de buenos días o una copa a altas horas de la noche.

Me das fuerzas aun cuando sé que puede ser platónico, insensato o imposible. Aun cuando las bromas que todo el mundo ríe, a mi me maten por dentro. Que lo que todo tu alrededor piense, a mí me da algo de alas para seguir. Para esperar lo mejor de ti. Que ni siquiera tú tengas las cosas claras o dejes todo en el aire. Aún pensando que tú no me pienses...sigo ahí. Queriendo todo de ti. Tu color favorito, para pintar tu camino con él. Tu flor favorita, para llenarte la habitación. Tu forma de reír y tu forma de llorar, para hacerlas mi sinfonía. Tus ilusiones, para avivarlas. Tus decepciones, para abrazarte fuerte y superarlas. Tu humor al despertarte, tus manías y tus locuras. Quiero dejar tus miedos atrás. Quiero encontrarte en mis sueños y que me levantes a besos. Quiero abrirte mi corazón. Quiero no dejarte caer. Ver contigo cada amanecer. Quiero navegar en el mar de tus ojos y sentir las olas de tu voz.
Escribirte cada día si tu día mejora y brillan con más fuerza las estrellas que mires por la noche. Dedicarte mis mejores palabras y que no olvides mi perfume. Clavar a fuego la ilusión de tu vida y hacerla realidad.

Aun con tus dudas, te pienso.
Aun con tus bajadas y subidas, te pienso.
Aun alejándome, te pienso.

Aunque lo evite, te pienso.
Aunque lo niegue, te pienso.
Aunque lo disimule, te pienso.
Aunque lo sepas, te pienso.

Porque aunque piense en ti, quiero lo que tu quieras, te quiero a ti.
¿Qué es de la vida sin ilusión? Por ahora, tú eres mi ilusión.

viernes, 23 de mayo de 2014

Quiero que nunca dejes de soñar

Muchas cosas han cambiado desde la primera vez que te conocí. Ya no soy ese bicho raro que era una parte más de "La casa". Ese bicho que apenas estaba comunicada con el mundo real. Que apenas hablaba y si lo hacía, no era correcto, demasiado fino para ti. Ese bicho raro fue cogiendo confianza y dejándose conocer, dejándose querer, dando cariño y lo mejor de sí misma.
Siempre acompañada por el hombre de azul, que no príncipe, así te conocí. Durante este tiempo nos hemos reído y también llorado. Nos hemos dormido y hemos trasnochado. Nos hemos dado abrazos y alguna que otra patada. Hemos compartido largas charlas y también silencio. Hemos creado casi un idioma propio, que tú y yo utilizamos.
Somos tan diferentes y a la vez tan iguales... Me has permitido ver cosas de mi que ni yo misma sabía. Me has permitido volver a sentir el cariño de una madre, aun teniéndola lejos. Me has permitido hacer cosas que ni yo sabía. Has creído siempre más en tu niña, que una misma. Me has sacado sonrisas aun en los momentos más difíciles. Me has guardado secretos que aun están por abrir. Porque en este tiempo, me has permitido descubrir lo grande que eres, aunque ni tú lo sepas.
Porque me encanta tu sonrisa en cualquier momento y ante cualquier circunstancia. Que saques la parte positiva aun cuando todo está prácticamente negro. Porque eres de esas personas que de cualquier montón de arena, saca una flor en forma de sonrisa.
Siempre con palabras de ánimo y apoyo, aunque tú estés rota y exhausta. Y quiero ver lo mejor de ti. Porque vales más que unas horas extra o una cerveza tras una jornada de trabajo. Tú vales más que todas esas pequeñeces, eres mil veces más fuerte. Porque sé cuando algo está mal, cuando te sientes mal y cómo animarte. Sesión doble de palomitas y pañuelos, es un buen comienzo. Quiero recuperar tu vitalidad, que no tu juventud, eso te sobra. Quiero que vayas recuperando planes y haciendo listas. Quiero que nunca dejes de soñar.


domingo, 18 de mayo de 2014

El aire se acaba esperando la ayuda

Me levanto cada día pensando en enamorarte. Pensando en tu sonrisa y comenzar el día con una. Verte entre la niebla, la lluvia o a través de los rayos cegadores de ese sol, expectante de nosotros. Expectante del siguiente paso, del siguiente episodio sin cortes.

Y parar, de golpe, sin pensar. Apresuradamente. Sin tiempo para reaccionar. Sin vuelta atrás. Despejar la mente aún sin permiso del corazón y huir. Dejarme ir. Volar, como el pájaro en su primer vuelo. Deseoso de aventuras y temeroso de momentos inesperados, ignorados, a ciegas y ocultos, animados e inanimados. Volar alto, más alto cada vez. Sintiendo el aire en mi cara, en mi piel, cada vez más frío y respirar. Respirar profundamente. Liberando la tensión que me aprisiona. Que me tiene presa. Respirar tan profundo que siento que vuelo. Que soy un pájaro más. Que mis pulmones comienzan a cansarse, que comienzan a enfriarse. Abrir los ojos y ver el mundo a mis pies, ignorante de mi vuelo. Gritar desde el acantilado más solitario. Gritar sabiendo que mi eco es mi peor enemigo.

Parar ante la caída inminente a lo desconocido. Atravesar el callejón más oscuro en la noche más indefensa. Parar ante el acantilado más escarpado y profundo. Saltar del barco sin paracaídas en mitad de la tormenta. Parar al comprobar que puede ser un pozo sin fin. Un despropósito de catástrofes. De tropezar con la misma piedra y volver a intentarlo pensando, que ésta vez, serás más fuerte e inteligente que la inamovible roca. Comprobar que quizá ésta, sea más inteligente que tú.

Y huir. Coger el coche y ver hasta dónde se puede llegar. Apretar el acelerador aun sabiendo que voy sin frenos. Huir como huyen las aves ante el fuego. Los antílopes ante el cazador más feroz. El esquiador ante la avalancha. Es una fuerza imparable, imposible de controlar. Sólo cabe la retirada o morir en el intento.
Pensar que la fuga de Alcatraz fue menos arriesgada. Que la lucha contra leones de la antigua Roma, no era tan peligrosa como tú. Que la ruleta rusa podría ser hasta divertida. Ironías. Desvarío de una cabeza que, ahora, no me pertenece. Discusiones entre los dos motores que me controlan. La razón y el sentimiento. Es como enfrentar al sol y la luna. Cada uno sus momentos, cada uno sus verdades pero también sus mentiras. Cada uno sus luces y sus sombras. El sí y el no, esa pareja tan desavenida y tan unida.

Pero vuelves a aparecer. Como la primera gota de lluvia sobre la piel tras una época de sequías. Como el primer rayo de sol en el mejor día del verano. Como el primer sorbo de tu bebida favorita. Apareces como el punto en la parte más interesante. Por sorpresa. Y vuelvo a caer.

Siempre me ha gustado el riesgo. Puedo ser una temeraria, incluso suicida, pero a veces resulta. El premio siempre merece la pena. Supongo que el intento es la parte más emocionante, y quizá, aguantar la respiración mientras bajas sin bombona a las profundidades del océano, sea uno de los mejores viajes. Hasta que un día, no puedes más y el aire se acaba esperando la ayuda.

martes, 13 de mayo de 2014

Eso quiero, si tú quieres

Tener la sensación de que cuanto más tiempo paso contigo, menos te conozco. Que cuanto más tiempo hablo contigo, más me gusta el silencio. Tener la sensación de que cuanto más silencio viene de ti, más preocupada me siento. Que cuanto más compartimos, más quiero. Tener la sensación de que cuanto más vivimos, más se va muriendo. Tener la sensación del sí y del no. Del yin y del yang. Eso que es tan diferente pero a la vez tan necesario.

Sentir que cada día estoy más cerca del comienzo de algo nuevo y emocionante. Sentirme emocionada al tener planes contigo, al compartir risas y anécdotas. Sentir que cada vez conozco más de ti, que me invita a querer saber más. A guardar en mi memoria cada detalle que te encante. Sentir que a veces un guiño, sea más que un guiño. Quedarme estática al pensar que quizá sea un reflejo que mi mente crea al imaginar que pueda ser algo más.

Engañarme a mí misma por sentir esto otra vez, a pesar de las experiencias. Querer arriesgarme en más de una ocasión aunque lo pierda todo. Parar en el último instante por temor a perder lo que ya hay. Dame un buen motivo, y te juro que me arriesgo. Sentir miedo al pensar en tu partida y emocionarme por la mínima palabra para posponerla. Querer sembrar poco a poco las semillas y ver si florece. Pensar que cada día es una nueva página hacía un futuro compartido.

Me gusta tu vitalidad, tus ganas de hablar y tus aires de misterio, evitando temas que un día descubriré. Apuntando detalles que quizá, sólo veo yo o quizá, quieras que sólo vea yo. Desear preparar ese plan que tanto te gustó, una tarde, sólo para ti.
Sentirme culpable por invadir tu espacio,aunque fuera por unos minutos. Por hacerte sentir, quizá, hasta incómoda. Pensar en ti y preferir salir corriendo para no molestarte. Porque a pesar de todo, quiero que fluya de forma natural, sin agobios, con tiempo, paso a paso, esperando, incluso sufriendo. Esperando que vayas sintiendo la necesidad de hablar conmigo, que quieras saber de mí, que vayas sintiendo ese algo como lo siento yo. Despacio, sin prisas. Como las cosas más bonitas. Como el nacimiento de un niño, una espera de nueve meses, sintiendo que cada día va aumentando el amor por la personita que está creciendo en ti. Disfrutando de que cada minuto abarque un minuto más de amor, un grado más de pulsaciones, una adrenalina en ebullición, un amor imparable.

Sintiendo que un día pueda vivir todos tus acontecimientos contigo, de primera mano. Esperar paciente, con tesón, con esfuerzo. Nadie dijo que la vida fuera fácil, pero las mejores cosas vienen en los peores momentos, cuando más esfuerzo se pone, mejores resultados y cuanto más te importa algo o alguien, sacas lo mejor de ti. Yo quiero sacar lo mejor de mi por ti. Sacar lo mejor de ti, aunque ni tú lo conozcas. Esperar una eternidad si el final es contigo.

Eso quiero, si tú quieres.

martes, 6 de mayo de 2014

Quiero más de ti

No se si las casualidades existen. Si hay brujas o son simples ideas que coinciden. Palabras que parecen cruzarse aun viniendo de mentes distintas. Seguir pensando en ti aun a miles de kilómetros. Pensar en nuevas posibilidades. En nuevas oportunidades y sensaciones. Querer un algo más aun sin estar seguro. Saber la historia de un amor aún vivo. Sopesar si eso mismo el amor, existe. Querer comprobarlo contigo. Tener miedo de que, una vez más, sea un paso en falso y que aumente la posibilidad de la inexistencia. Poner las cartas en juego, aun en la mano más difícil y en las peores circunstancias. No querer arriesgar otra vez el todo para nada. Que también haya ese algo dentro de "Inténtalo". Si pudo pasar una vez y funcionó por un tiempo, podría pasar otra vez. Es dar pasos a ciegas. Pasos demasiado importantes para que la marea borre las huellas.
Es tener una palabra más de aliento cada vez que oigo tu voz. Que se acelere el ritmo de mi cuerpo al verte. Que se dibuje una nueva sonrisa al ver que me saludas, aun cuando ni yo te he visto o esté al otro lado de la barra. Que pienses en mí incluso cuando a ti también te afecta. Recordar que en unos días puede llegar el ocaso. Darme cuenta que soy yo quien ve más cuando en verdad no lo hay y cometer un error. No darme cuenta que igual tu quieres más y yo no lo veo. Casualidad, brujería o ilusión, quiero más de ti.

domingo, 4 de mayo de 2014

Punto y...¿Qué?

Y si fueras lo que tanto he estado buscando. Lo que imaginaba al mirar un cielo estrellado como el de anoche, ese que compartimos. Sentir la paz que sabía tenía dentro. Que me abras tu corazón como antes no lo habías hecho. Que te sientas culpable por no recorrer ese camino sola, como tantas veces has hecho antes. Que tropieces con la única piedra del camino que dejan tus pies bajo la arena del asfalto.
Mirarte al punto de compararte con el más azul de los cielos. Saber que seguramente no estemos hablando de lo mismo. Que tus pensamientos disten mucho de los míos. Sonreír al pensar que crees que sea más loca que tú, aun confesándome alguna de las tuyas. Sonreír, porque te pueda gustar esa idea.
Esperar hasta el último momento, con la mente puesta en ti, sólo en ti. Con la esperanza de que la noche no acabe ahí e igual que vimos las estrellas, veamos el sol amanecer. Saber que no quiero que sea así, no en este momento. Nunca así, nunca sin salir de ti, voluntariamente. Que te des la vuelta y todo empiece. Dejarlo en un punto y aparte o en el tan solicitado continuará.
Echar de menos tu sonrisa, acompañante inseparable. Pensar que no te conozco pero la curiosidad aumenta por minutos. Que una noche puedo ver cosas que nadie ve. Que esa noche puedo ver cosas que ni yo veo. Que sienta un si y al minuto un no. Que podría contigo todo y nada al mismo tiempo. Sacarte a bailar y perder el ritmo. Sacarte a bailar y no dar ningún paso. Dar un paso hacia delante y muchos hacia atrás. Tener la sensación de perder el tiempo. De estar en la misma situación que no hace mucho tiempo atrás. Tropezar con la misma piedra aunque sea en otro idioma. Pensar que aunque mereciera la pena y fuera un sí, no estoy en mi mejor momento para dar lo mejor de mi.
Saber que si me dieras la mínima oportunidad, pondría todo de mí para conseguir que yo, fuera todo para ti.