sábado, 12 de enero de 2019

Amor

Muchas personas pasan por tu vida. Muchas personas te dejan huella.
Muchas de ellas más de lo que puedas imaginar y así, por casualidad, puedes cruzarte con quien parece ser con el tiempo, lo que muchos llaman "alma gemela".
Una conexión tan fuerte que es difícil de explicar. Las hay de varios tipos, de amistad, intelectual, de cariño, de respeto...pero qué sucede cuando, de repente, sientes que encuentras a esa persona con la que parece, tienes todas esas conexiones.
Asusta el no estar a la altura. El hacer el tonto y hacer que se aleje, que la pierdas. Asusta y mucho querer dar más de ti porque sabes que esa persona te hace ser mejor persona. Asusta porque desde el primer momento que cruzaste la mirada sentiste esa conexión en tu interior, una que ni siquiera todavía sabías a ciencia cierta pero que, a medida que pasaba el tiempo, ha ido creciendo de una manera que ni siquiera imaginabas. Tantos parecidos, tantas casualidades, tantas confesiones, risas y ayudas, que, parece activó ese click que tenemos dentro y que, como la famosa teoría del hilo rojo, hizo que esa conexión fuera irrompible y cada vez más sólida.
Una conexión que ha hecho que mires hacía un futuro con otra mirada a tu lado. Una forma de vida que ni tú misma podías imaginar pero estas aprendiendo a sobrellevar.
Una conexión que te ha llevado a decir "te quiero" como nunca antes y además, lo oyes de vuelta, sabiendo que es sincero. Una forma de querer que te hace pensar en esos amores que dicen en películas y demás historias. Esos por los que todo el mundo suspira aunque seas el mayor de los escépticos. El de las caras tontas, los ojos brillantes y los mensajes ñoños. El de los besos, los abrazos y las lágrimas. El amor que te hace pensar en esa persona la primera para cualquier noticia, evento o suceso que contar.
Ese amor por el que deseas despertar y ver a tu lado para ser la primera persona en ver cada mañana y sacarte una sonrisa esperando que despierte y decirle "buenos días princesa".
Ese amor que ha atravesado mareas y tempestades. Ese que se hace más fuerte día a día, mes a mes, prueba a prueba y cuando han sido tantas en tan poco tiempo, créeme que te digo, se hace indestructible.
Ese amor que echas de menos a cada momento aunque estés hablando por teléfono. Ese que te hace estar despierto hasta las tantas para verle llegar a casa y recibirle con un beso. Ese que te mira con deseo a cada momento, estés guapa, fea, recién levantada o con pelos de loca. Ese que te hace tener detalles en momentos insospechados. Ese que tienes ganas de presentar a todo el mundo aun cuando nunca has querido mostrar nada de tus sentimientos o tu vida personal, como muchos dirían.
Ese que a pesar de ser tan distintos en muchos aspectos, sientes que no puede haber nadie tan parecido y más perfecto para ti.

viernes, 11 de enero de 2019

Seis años atrás. Quizá, el origen

No se trata de copiar. Aún tengo cosas que decir. Supongo que hay momentos en la vida donde es inevitable echar la vista atrás y ver tus comienzos, tus orígenes. No está bien seguir en el pasado, pero es bueno no olvidar de dónde vienes y tus primeros pasos. Por eso, quiero compartir mi primer post. El comienzo quizá, de toda esta aventura. Algo más de seis años después y que se vea la evolución, el brotar de algo que empezó aquel día caluroso del mes de julio. Una etapa más en la parte de mi vida más oculta pero, que cada día estoy más segura, que estaba ahí desde que tuve uso de razón, quizá antes. La persona capaz de dar sentido a palabras juntas, aunque a veces, sin sentido, tienen un significado. Palabras que brotan de mí escapando en papel o a través de una teclas, primero de máquina y ahora, de ordenador.


http://elmundodemomonika.blogspot.com.mt/2012/07/deberias-escribir-un-libro.html