miércoles, 25 de febrero de 2015

Para una mentora inolvidable

Apenas puedo recordar las veces que ha llovido, las lunas llenas que han iluminado nuestras noches, los caminos que habremos recorrido o las palabras escritas desde ese momento; pero jamás podré olvidar tu aparición en quizá, la época más difícil y a la vez fácil de modelar de mi vida. Ese momento que entraste en mi clase, en mis hojas y en mi corazón. Te lo ganaste.
Apenas te conocí hubo una conexión que se puso en marcha y desde entonces ha seguido su propio ritmo, con sus cambios, su maduración, y sus recaídas, pero vivo.
Hoy un día cualquiera, quizá señalado para esa extraña conexión, algo me ha hecho recordarte. Esas palabras en mi cabeza, esas ganas de teclear una y otra vez, dejar fluir ideas perdidas sin rumbo en las que no es necesario pensar... Sí, teclear, todo se renueva y es lo que toca, no pienses que lo he olvidado.
Nunca podré sustituir esa sensación de nuevo. Ese olor a imaginación y palabras o ese olor que despierta una indomable fuerza de coger un bolígrafo y volar...
Un día, en que tras varias noches apenas sin dormir, sigo escribiendo pasajes que vienen a mi mente  a bandadas, sin control, sin orden ni aviso. Sigo despertándome a altas horas de la madrugada buscando un papel, como lo último que leíste, así nació.
Un día, que apenas sin fuerzas, has vuelto a estar presente en mi vida de alguna manera. Quizá quisiste que cuando más débil pudieran estar mis ganas de ser yo y expresar lo que tengo o lo que pueda imaginar; me trajeras este recuerdo, esta energía que siempre viste en mí.
Un día que, aunque podamos tener más marcas del paso del tiempo; fue el mismo mes que apareciste. Un 3 de Febrero del año en que formarías parte de mi último año de educación obligatoria. Sí, aún lo recuerdo. Aún recuerdo muchas cosas porque las cosas buenas son las que permanecen.

Una cosa más, quiero pensar que has aparecido para dar el último empujón a mi pequeño"bebé". Sí, lo estoy logrando. Pronto, muy pronto, me gustaría llamarte y decir: "Esto es lo que viste en mí y al fin ha visto la luz, al fin estoy preparada".

Sí, puedo decir con la mano en el corazón, que todo te lo debo a ti. Fuerza y musa. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario