viernes, 2 de agosto de 2013

Un día de Agosto

Empezamos nuevo mes, ya más de la mitad del año y con ello, nuevas ideas, nuevas esperanzas, nuevos deseos... pero también algunos de esos miedos, pensamientos y sensaciones de tiempos pasados. Ver cómo se te ilumina la cara al recordar tiempos mejores. Sentir cómo se emociona tu corazón cada vez que pronuncias esa palabra: Florencia, la mitad de ti, una parte que te identifica. Mantener una conversación de esas que no puedes dejar de reír. Pensar que ojalá las tuviéramos más a menudo. Tener la esperanza de que todo esto sea pasajero,un capítulo por leer, que nos haga crecer, darnos cuenta de muchas cosas y volver a lo de antes pero en versión mejorada. Sentir miedo al verme de nuevo sola aunque esté rodeada de gente. Miedo por ir creciendo demasiado deprisa y saltarme varios episodios de la historia. Miedo por no encontrarte nunca. Por no tener los ojos abiertos para ti. La persona con la que se sueña, con sus virtudes pero sobretodo con todos sus defectos. Porque aunque parezca mentira, cuando quieres tanto a alguien hasta sus defectos te encantan. Puede que sea amor tonto, amor loco, amor adolescente, amor fugaz...pero al fin y al cabo amor. Encontrar esa persona por la que permanecer a su lado a pesar de la lluvia. Por la que estarías horas despierto sólo por escuchar lo que tiene que contarte, cada sonido que pronuncia, cada palabra que sale de su dulce boca. Esperar que quien esté al otro lado del teléfono seas tú. Ir a buscarte cuando me has dicho que no lo hiciera, porque en el fondo lo estás deseando. Preocuparme por si te ha ido bien el día de hoy. Si dormiste bien. El esperar un eres lo que da sentido a mi vida, un donde has estado todo este tiempo, un te necesito, un lo siento, un perdóname, un buenas noches o un buenos días, un estás loca pero eso hace que me gustes aún más. El esperar que no pueda verte todos los días. Abrazarte o besarte. Esperar palabras sinceras, palabras que salen del corazón. Que cuando te miren te coman con los ojos. Que no sea lujuria. Coger el teléfono y que seas la primera persona a la que llame después de una buena noticia, de metas conseguidas, de nuevas oportunidades. La primera persona a la que felicitar en su cumpleaños. La primera persona por la que me preocuparía al escuchar malas noticias. La primera persona a la que pedir consejo y a la que contar mis planes. Esperar cariño, comprensión, afecto, entendimiento, complicidad,lágrimas, risas, caricias. Esperar un te quiero. Tener la esperanza que todo esto no sean solo palabras, simplemente es que el camino para encontrarlo es más difícil de lo que pensé. Pero no pasa nada, llevo el calzado adecuado, llegaré.

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